Influenciado indudablemente por Rudyard Kipling, pero haciendo acopio en su más honda experiencia vital, Quiroga compone sus cuentos con profunda ternura y perfecto conocimiento del mundo animal y del equilibrado juego de las especies en su hábitat selvático. Con un estilo sencillo pero siempre estético, Quiroga es capaz de llenar de sentimiento la vida de las criaturas del bosque y de medir en su justa dimensión la importancia del hombre en el medio natural. Aventura y fábula constituyen los elementos estructurales de sus narraciones, armadas magistralmente a través de anécdotas seductoras donde la tensión del relato mantiene la atención de los lectores, en aventuras de fidelidad y humor.
Cuentos de la selva fue publicado en 1918, en Buenos Aires, Argentina. Este conglomerado de cuentos fue el libro para niños e infantes más exitoso de Quiroga, y es utilizado frecuentemente como método de enseñanza y análisis en los colegios primarios.
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